Eliminar la dependencia emocional es posible, para ello es
uno mismo el que debe tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad
de vida.
Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las
relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.
Hay
más porcentaje de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que
lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les
suele dar más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su
hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una
autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo
de la persona.
1. RECONOCER QUE HAY UN PROBLEMA
Analiza.
No sólo existe la dependencia en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. A continuación un listado de situaciones para que evalúes si sufres este problema. Una persona con apego enfermizo se caracteriza por:
-Tu felicidad se centra en una sola persona, no disfrutas de otra cosa que no sea estar con quien amas o aprecias.
-Tu alegría depende de cómo te traten los demás y de lo que piensen de ti. Si te sientes aceptado todo genial, pero como sientas que caes mal o tengan mala opinión de ti, se esfuma la felicidad. Dependes en exceso de los demás para estar bien o mal.
- Evitas a toda costa dar la contraria para evitar enfrentamientos, te invade el temor a molestar o a ser rechazado.
- Antepones el deseo de otros, al tuyo propio, te sientes como si tú no tuvieras capacidad de decisión, tu vida la manejan.
- Sólo te sientes bien contigo mismo si te sientes querido, si no hay alguien a quien querer, te sientes vacío, sin amor propio. A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. En cambio la persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. - El sentimiento de culpa está a menudo contigo, sientes que eres el responsable de la felicidad de los demás, ya sea tu pareja, familia, amistades, etc. Te sientes con la obligación de contentar a los demás y si no lo haces te sientes culpable.
- Te invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto amas o aprecias. Ese miedo te impide disfrutar como deberías de las relaciones.
- Caes fácilmente en los chantajes emocionales, no soportarías que por tu culpa alguien se hiciera daño, sacrificas tu felicidad para dársela a otros.
-Prefieres sufrir, antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a, no tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco sientes que tienes la capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quieres.
No sólo existe la dependencia en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. A continuación un listado de situaciones para que evalúes si sufres este problema. Una persona con apego enfermizo se caracteriza por:
-Tu felicidad se centra en una sola persona, no disfrutas de otra cosa que no sea estar con quien amas o aprecias.
-Tu alegría depende de cómo te traten los demás y de lo que piensen de ti. Si te sientes aceptado todo genial, pero como sientas que caes mal o tengan mala opinión de ti, se esfuma la felicidad. Dependes en exceso de los demás para estar bien o mal.
- Evitas a toda costa dar la contraria para evitar enfrentamientos, te invade el temor a molestar o a ser rechazado.
- Antepones el deseo de otros, al tuyo propio, te sientes como si tú no tuvieras capacidad de decisión, tu vida la manejan.
- Sólo te sientes bien contigo mismo si te sientes querido, si no hay alguien a quien querer, te sientes vacío, sin amor propio. A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. En cambio la persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. - El sentimiento de culpa está a menudo contigo, sientes que eres el responsable de la felicidad de los demás, ya sea tu pareja, familia, amistades, etc. Te sientes con la obligación de contentar a los demás y si no lo haces te sientes culpable.
- Te invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto amas o aprecias. Ese miedo te impide disfrutar como deberías de las relaciones.
- Caes fácilmente en los chantajes emocionales, no soportarías que por tu culpa alguien se hiciera daño, sacrificas tu felicidad para dársela a otros.
-Prefieres sufrir, antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a, no tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco sientes que tienes la capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quieres.
-Necesitas al otro/a, sino la vida pierde total sentido,
necesitas que te demuestre que le importas, de la manera tan excesiva que te
importa a ti. Si no lo hace piensas que no te quiere y te enfadas. Las
exigencias cobran vida.
-Quieres tener el control de toda su vida, para tener la seguridad de que no le perderás. Te conviertes en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que tiene con otras personas. Te obsesionas un poco con esa persona, dejas de vivir tu vida para seguir la del otro, para asegurarte de que no hayan indicios de que dejas de interesarle. Si ves que hay riesgo de que te pueda dejar, puedes dejar de ser tú mismo/a y hacer cosas que no te gustan con tal de contentarle.
-Esa persona está tanto en el centro de tu vida,
que tus amistades y demás pierden importancia para ti. Hay tendencia de
aislamiento social, sólo te apetece estar con esa persona, y cuanto más tiempo
diario mejor.
-Quieres tener el control de toda su vida, para tener la seguridad de que no le perderás. Te conviertes en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que tiene con otras personas. Te obsesionas un poco con esa persona, dejas de vivir tu vida para seguir la del otro, para asegurarte de que no hayan indicios de que dejas de interesarle. Si ves que hay riesgo de que te pueda dejar, puedes dejar de ser tú mismo/a y hacer cosas que no te gustan con tal de contentarle.
-La
relación genera ansiedad, nunca estamos contentos porque queremos más,
y sobretodo tememos que nos dejen, y eso sería una catástrofe porque no nos
imaginamos la vida sin esa persona.
2. LISTADO DE COSAS QUE TE PERJUDICABAN Y HAS HECHO
POR AMOR O CARIÑO
Una vez que ya has reconocido que
tienes un problema y tienes el convencimiento de que quieres eliminar la
dependencia emocional de tu vida, haz un listado de cosas que has llegado a
hacer por alguien, que a ti te perjudicaba. Debes ser consciente de que una
persona dependiente no se fija en su bienestar personal, prefiere contentar a
la otra persona para no perderla. Si quieres cambiar, lo primero que debes
hacer es pensar en ti lo primero, que tu bienestar sea lo principal en tu
vida.
¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿Qué has hecho tú por el otro que a ti te hacía daño? Ejemplos: ¿Has dejado de lado amistades, familia, actividades, hobbies, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿Te han tratado con el respeto que te mereces?, ¿Has hecho cosas que no están bien para no perderle? ¿Cómo ha sido tu estado emocional?, ¿Sientes que has mendigado amor o afecto y has ido muy insistente detrás?, a parte de esta persona ¿Has tenido otras facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser hobbies, amistades, etc… ¿Has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perderle?, etc… Es importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una persona dependiente. Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de esta manera reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.
¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿Qué has hecho tú por el otro que a ti te hacía daño? Ejemplos: ¿Has dejado de lado amistades, familia, actividades, hobbies, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿Te han tratado con el respeto que te mereces?, ¿Has hecho cosas que no están bien para no perderle? ¿Cómo ha sido tu estado emocional?, ¿Sientes que has mendigado amor o afecto y has ido muy insistente detrás?, a parte de esta persona ¿Has tenido otras facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser hobbies, amistades, etc… ¿Has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perderle?, etc… Es importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una persona dependiente. Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de esta manera reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.
3. REFUERZA TU AUTOESTIMA
El factor principal de cualquier
dependencia es una autoestima baja. Hay muchas opciones para poder
reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología hasta hacer biblioterapia.
En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes sobre la autoestima. Haz como si tuvieras que estudiar
para el colegio, infórmate todo lo que puedas sobre reforzar tu autoestima y
lee los libros que te parezcan más interesantes. De todos siempre se saca algo
nuevo e instructivo.
4. APRENDER A ESTAR SOLO/A
La vida es
más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando uno se siente bien
consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos
desarrollado como personas. Cuando uno mismo se ama y no necesita a los
demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana.
A todos nos
gustaría tener una pareja ideal, a personas a quien querer, etc… Pero una
cosa es “necesitar”y otra muy diferente es
“desear”.
Cuando lo necesitas no funciona, porque si uno no se ama a sí
mismo, tampoco podrá amar a los demás de una manera madura y sana. Uno debe
aprender a disfrutar de la vida sin pareja. Hay infinidad de cosas que
hacer. Desarrolla tus habilidades, labra tu futuro, dedica tiempo a tus
hobbies, haz amistades con gente buena, viaja, mira a tu alrededor para
disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuídate y ámate como te
mereces.