Desde aplicaciones de móvil a agencias de contratación virtuales buscan un enfoque más eficaz para las demandas laborales de los usuarios.
Los sitios web y redes sociales para encontrar trabajo cuentan con una larga tradición en Internet, ya que fueron de los primeros en explotar el aumento de comunicaciones que implicaba la Red. Con los primeros navegadores y las incipientes páginas web, se pensó que sería mucho más rápido, fácil y organizado poner en contacto a todos los demandantes de empleo con las personas que lo ofrecían. Así nacieron numerosos servicios que se convirtieron en enormes bases de datos.
Un estudio de Eroski Consumer de 2005 revelaba, sin embargo, que tanto en la Red como en el mundo real, el esfuerzo para hallar trabajo era en realidad el mismo y la eficiencia no estaba garantizada.
Por aquel entonces aparecía LinkedIn, que innovó al poner un enfoque social a la búsqueda de empleo. No obstante, poco a poco esta popular red se convirtió en un buen caladero de talento para los head hunters en busca de nuevos directivos.
Para las personas sin estudios superiores o formaciones poco concretas, sin embargo, la eficacia de LinkedIn es muy inferior. Uno de los principales problemas reside en que se basa mucho en recopilar un extenso historial tanto académico como laboral de los usuarios, pero no incide en destacar sus habilidades laborales concretas.
En el caso de altos directivos, su formación y sus cargos hablan por sí mismos, pero no ocurre así en el caso de profesiones mucho más corrientes y abundantes como son las de la mayoría.
Dado el precio que se paga en LinkedIn por acceder a perfiles concretos y poder comunicarse con otros usuarios, se antoja ineficiente, desde el punto de vista económico, usar esta red para contratar a un mago para una fiesta de cumpleaños, un grupo de jazz para una boda, un camarero para un catering o incluso un diseñador o un programador para una tarea concreta.
Estos son trabajos puntuales pero que, sin embargo, pueden ser muy demandados. De hecho, los profesionales que los realizan cuentan en la actualidad con un par de nuevas herramientas con las que recibir peticiones laborales y así llenar su agenda y hacer su actividad rentable.
Guudjob: ¿qué sabes y quieres hacer?
El primero de estos servicios es Guudjob, una aplicación gratuita y disponible tanto para
Android como para iPhone que permite definir el perfil del usuario como demandante por la actividad que desee realizar, independientemente de cuál sea su currículo. Además, cuenta con la ventaja de que la contratación, si se llega a un acuerdo, se hace entre el ofertante y el demandante de modo directo, sin ETT de por medio.
Las ofertas aparecen en la pantalla táctil del móvil en modo "roller", que se puede manejar con un dedo. Una vez dado de alta en la app, hay que introducir los datos personales y el perfil profesional que se quiere presentar.
También se puede, si se quiere, dejar una dirección de correo electrónico o un teléfono para que contacten desde la propia aplicación. Otra característica de Guudjob es que los contratantes valoran a los contratados y los recomiendan con sus comentarios.
EsLife: contratación temporal con sentido práctico
La filosofía que subyace detrás de EsLife es la misma que hay en Guudjob, pero el método varía. En primer lugar, porque no es una aplicación para el móvil. Por otro lado, tampoco cabe en ella cualquier trabajo, sino que se van incluyendo nuevas modalidades de empleo de manera organizada y según aumente su demanda.
En tercer lugar, porque este servicio es una especie de agencia de contratación temporal (ETT) con un sentido práctico que es útil tanto a empleadores como a empleados: si hay una demanda concreta e importante, puede haber una oferta que la satisfaga. Habrá, por tanto, una fuente de ingresos para unos colectivos concretos que encontrarán aquí una defensa contra la precariedad.
En este sentido, el apartado más importante en EsLife es el de limpieza de casas y el cuidado de ancianos. El motivo es que son actividades domésticas reguladas hace poco y cuyo cargo fiscal cae sobre el empleador. EsLife, en cambio, se responsabiliza de estos cargos y las gestiones adyacentes. Pero también se puede encontrar trabajo de fontanero, carpintero, cuidador de niños, paseador de perros, etc. El servicio se lleva entre un 15% y un 20% del precio acordado por el empleo.
Tyba: para jóvenes estudiantes
Con más de un 51% de paro entre los menores de 25 años, no se puede decir que los estudiantes tengan buenas perspectivas laborales en España. Tampoco que servicios como LinkedIn e InfoJobs, donde lo que pesa es la experiencia laboral, sean los servicios que les resulten más útiles.
Ahora bien, pueden encontrar una solución interesante en sitios como Tyba, una base de datos donde jóvenes universitarios de 20 a 29 años pueden dejar su perfil y sus preferencias laborales.
La base de Tyba son las demandas de estudiantes en prácticas en determinadas profesiones, de modo que, además de cobrar una cierta cantidad de dinero, van adquiriendo experiencia laboral. A los jóvenes les permite crear un dominio propio del tipo "tunombre.com" y una dirección de correo electrónico asociada a este dominio.
Por otro lado, los fundadores de Tyba tienen claro que el objetivo son las salidas al extranjero. De ahí que ya esté disponible en inglés, francés y alemán.
Indeed y Jobeeper, buscadores desde el móvil
Dado que el móvil es cada vez más el primer soporte comunicacional, no resulta extraño que hayan aparecido diversas aplicaciones para la búsqueda de empleo. Destacan tanto Indeed como Jobbeeper por su sencillez y usabilidad. Ambas son gratuitas y están disponibles para los principales sistemas operativos.
La primera permite buscar por palabras y zona y ofrece numerosos resultados de diversas bases de datos. Algunos trabajos son gestionados por Indeed, pero otros corresponden a otros servicios con los que habrá que entenderse.
Jobeeper tiene un funcionamiento similar, pero sobresale por enviar notificaciones a la pantalla del móvil tan pronto como haya una nueva oferta que coincida con el perfil del usuario.
Fuente: Jordi Sabaté