martes, 3 de febrero de 2015

LinkedIn pronostica una "tormenta perfecta" en los recursos humanos

La gestión de los recursos humanos va a pasar de ser reactiva y de "apagafuegos" a experimentar una "tormenta perfecta" impulsada por la tecnología que la va a convertir en un área táctica y estratégica de las empresas.

Ese es, al menos, el pronóstico de la directora de LinkedIn en España y Portugal, Sarah Harmon, quien ha explicado en un Executive Forum organizado por la Universidad Complutense de Madrid que los profesionales de los recursos humanos están "agotados" porque llevan una década de "supervivencia": "apagando fuegos" y siendo el brazo ejecutor de las órdenes de la dirección.

Tras esos años "duros e imprevistos", Harmon prevé que se va a producir un cambio positivo en la gestión de los recursos humanos, una pata de las empresas que va a resultar esencial para su toma de decisiones y su éxito.

"Tiene que haber un cambio de chip. Los responsables de recursos humanos han de ser quienes planten la semilla para el desarrollo de la innovación, el crecimiento internacional y el servicio al cliente", ha sostenido la directiva.

Esa "tormenta perfecta" va a estar determinada por cuatro pilares: la globalización, la innovación tecnológica, la guerra por el talento y la gestión del cambio demográfico en las empresas. 


El análisis de grandes cantidades de datos de candidatos y empleados (sacar partido del big data) e incorporar las herramientas sociales en el trabajo de los trabajadores van a ser claves del trabajo de los gestores de las plantillas.

Además, ha continuado, tendrán que estar formados en marketing y comunicación y conocer a la perfección los planes de la organización para seleccionar con antelación los perfiles profesionales necesarios para su crecimiento. 

Por último, Harmon, ha criticado que en España no se acepte que "el fracaso puede ser algo bueno" y ha instado a que las universidades transmitan que es "muy importante" en este mundo que cambia tanto el tener resistencia y levantarse tras una caída.


Fuente: lavanguardia