El 21 de diciembre marca el dÃa más corto del año.
Es un recordatorio, no solo del paso del tiempo,
sino de nuestra propia luz interior.
Este dÃa nos invita a entrar dentro de nosotros,
a mirar de frente esa oscuridad que evitamos,
a reconocer el miedo que sentimos,
tanto por lo que llevamos dentro como por lo que nos rodea.
Pero el 21 de diciembre no es solo oscuridad.
Es la promesa de que, incluso en los momentos más oscuros,
la luz siempre encuentra el camino de regreso.
Este dÃa está erigido sobre la fe.
No una fe que duda,
sino una que se mantiene firme,
que sabe, sin necesidad de verlo,
que la luz llegará.
Es en la oscuridad donde aprendemos a confiar,
a sostenernos,
y a recordar que después de la noche más larga,
el amanecer es inevitable.
Hoy, abraza tu oscuridad,
porque en ella también habita la semilla de tu propia luz...✨️