sábado, 2 de agosto de 2025

La Bondad más Pura es la que no pide Nada a Cambio

Hay gestos que nacen del corazón… y cambian el mundo. A sus 8 años, Mateo tenía 23 dólares que había ahorrado para sí mismo, para un regalo… o un capricho. Sin embargo, al ver a una mujer vendiendo caramelos en la calle, decidió regalárselos. No fue por los caramelos… fue por algo mucho más necesario: leche para su bebé. Su gesto fue simple… pero profundo. Un niño dio lo que tenía para aliviar la vida de otra persona. Y sin saberlo, nos recordó que la verdadera generosidad no espera recompensas. Hoy… que este acto te inspire a amar con intención, a actuar con el corazón. Porque el mundo… sí necesita más gente como Mateo.