🎙Locución, guión y música de Victor Rodríguez
Soy un violín de cuerdas tensadas,
cada fibra de mi ser resuena buscando fluir.
La música me atraviesa,
se desliza en los laberintos del silencio
y despierta aquello que callo.
En cada acorde,
las emociones se derraman como ríos,
y en cada nota, mis pensamientos se liberan.
Soy sonido y eco,
luz y sombra,
desgarrado y a la vez completo.
En la inmensidad del cosmos,
busco el sentido de mi sinfonía.
¿Para qué vibran mis cuerdas?
¿Por qué mis notas buscan siempre el horizonte?
Vibro…
Siento…
Resueno…
Y anhelo desaparecer,
desvanecerme en ese cálido susurro de madera,
donde la melodía y el alma se funden
en un solo acorde eterno.
🎵 Porque en cada uno de nosotros
habita una canción que espera ser tocada....🎵
La Tierra...
un planeta afortunado en medio del vasto universo.
Bajo el mismo cielo, la vida florece en todas sus formas.
Desde las cimas más altas hasta las profundidades de los océanos,
cada rincón guarda un milagro.
🌊 Los mares respiran con el vaivén de las olas,
y en sus aguas, la danza eterna de las criaturas marinas.
🌿 Los bosques susurran historias antiguas,
mientras las montañas se alzan como testigos del paso del tiempo.
Cada amanecer, un nuevo ciclo comienza.
Cada ser, una pieza irremplazable del equilibrio perfecto.
Pero esta fortuna es frágil.
Nuestra casa, la única que tenemos,
nos recuerda que protegerla
es el mayor acto de amor que podemos ofrecer.
"Planeta Afortunado" nos invita a maravillarnos,
a cuidar y a agradecer el regalo que es nuestra Tierra...🎁
El tren de la Navidad parte y lleva consigo sueños y esperanzas.
Los mejores regalos no se compran.
Papá Noel camina con los más pequeños,
mientras las luces iluminan sus sonrisas.
Los regalos aguardan, la verdadera magia es
la ilusión que nos envuelve y el corazón vuelve a creer.
🎅✨ Porque la Navidad está en los momentos
que nos hacen sentir vivos...🎁
FELIZ NAVIDAD...🙏🙏🙏🌟
La Navidad llega como un suspiro en medio del frío.
No golpea la puerta ni hace ruido al entrar…
simplemente se instala, suavemente,
en aquellos corazones dispuestos a sentirla.
Es la época donde las luces no solo decoran las calles,
sino que despiertan recuerdos,
aquellos que habíamos guardado en algún rincón del alma.
Navidad es esa pausa que el tiempo nos regala.
Un instante sagrado donde todo parece detenerse…
y lo que importa se hace visible.
No son los regalos bajo el árbol,
ni la mesa llena.
Es el calor de las manos que se encuentran,
las risas que suenan más fuerte,
y los abrazos que se sienten más largos.
Es en esta noche,
cuando las distancias parecen acortarse,
cuando el perdón llega sin hacer preguntas
y las heridas encuentran descanso.
Afuera puede hacer frío,
pero dentro, el corazón arde con una llama
que solo la Navidad sabe encender.
Y mientras las estrellas se alinean en el cielo,
nos recuerdan aquella noche,
la más luminosa de todas,
donde un niño trajo consigo la promesa más grande:
El amor eterno.
Porque Navidad es eso…
Es el milagro de volver a creer,
de abrir los ojos y encontrar la belleza
en lo que siempre ha estado,
en lo sencillo, en lo pequeño,
en lo que, al final, nos llena de verdad.
Es la oportunidad de volver a casa,
aunque no haya viaje de por medio.
De reencontrarnos con quienes somos,
y recordar que no importa cuánto brille el árbol,
si no llevamos luz dentro de nosotros.
Que cada risa,
cada lágrima que resbala de emoción,
y cada mirada compartida,
son destellos de esa luz que nunca se apaga.
Esta Navidad…
haz silencio y siente.
El verdadero milagro sucede ahí,
justo donde el amor toca el alma
y la transforma.
El 21 de diciembre marca el día más corto del año.
Es un recordatorio, no solo del paso del tiempo,
sino de nuestra propia luz interior.
Este día nos invita a entrar dentro de nosotros,
a mirar de frente esa oscuridad que evitamos,
a reconocer el miedo que sentimos,
tanto por lo que llevamos dentro como por lo que nos rodea.
Pero el 21 de diciembre no es solo oscuridad.
Es la promesa de que, incluso en los momentos más oscuros,
la luz siempre encuentra el camino de regreso.
Este día está erigido sobre la fe.
No una fe que duda,
sino una que se mantiene firme,
que sabe, sin necesidad de verlo,
que la luz llegará.
Es en la oscuridad donde aprendemos a confiar,
a sostenernos,
y a recordar que después de la noche más larga,
el amanecer es inevitable.
Hoy, abraza tu oscuridad,
porque en ella también habita la semilla de tu propia luz...✨️
Llamo de vuelta a mi energía espiritual,
para que irradie con fuerza dentro de mí,
llenando mi ser de luz, calma y propósito.
Llamo de vuelta a mi energía espiritual hacia mis ojos,
para que vean con claridad,
y brillen de una forma única, reflejando mi verdad.
Llamo de vuelta a mi energía espiritual hacia mi corazón,
para que se llene de amor,
para que recuerde lo amado que soy,
y para que ese amor fluya hacia todo lo que me rodea.
Llamo de vuelta a mi energía espiritual hacia mi vientre,
para que respire conmigo,
y sea el centro de mi fuerza y equilibrio.
Llamo de vuelta a mi energía espiritual hacia mis pies,
para que caminen con propósito,
para que cada paso sea guiado por mi verdad.
Así es, así es, así es...
Gracias, gracias, gracias...🙏
Locución, edición y guión de Victor Rodríguez
Cuando le pidas algo a la Navidad, no pidas cosas que se compren.
Pide regalos que lleguen al alma: un "gracias por existir",
un "me gustas mucho", un abrazo que dure todo un año.
Pide carcajadas sinceras,
manos que te sostengan, ojos que brillen para ti,
y corazones donde vivir sin fecha de caducidad.
Dile a la Navidad que te enseñe a vivir con el corazón abierto,
a creer que siempre hay luz al final de cualquier túnel.
No pidas mucho. Pide lo esencial:
La alegría que hace que la vida valga la pena,
las pequeñeces que ocupan el lado izquierdo del pecho,
lo que de verdad llena, sin pesar.
¿Y qué le pido al año venidero?
Nada… no quiero que me traigan nada.
Solo quiero que no se lleve:
El techo que nos cobija,
el plato que nos alimenta,
la sonrisa de quienes amamos,
la salud como tesoro,
la amistad que nos acompaña,
los abrazos, los "te quiero" y los sueños...
No quiero que se lleve nada que me recuerda que,
al final,
la vida es este instante, este amor,
este pedacito de cielo que llamamos hogar...🌟
No seas tan dura contigo,
si pudieras verte desde fuera,
te darías cuenta de cuánto valor hay en todo lo que haces,
no te castigues por no haber llegado hoy donde querías estar.
Estás de camino y es normal que algunos tramos de ese camino
se llenen de neblina, a veces hay que bajar la velocidad,
sacar la cabeza por la ventana, encender las luces,
pedirle a otros que te ayuden a ver el mapa,
pero vas a llegar.
No te abandones a mitad del camino,
ni sueltes los sueños que están aprendiendo a caminar,
no tengas prisa por saber lo que va a pasar,
no le quites el misterio al destino que seguro le sonríe
a quienes son honestos con lo que les pide el alma.
No cometas el error de decidir si hacerle caso a la mente o al corazón, porque el corazón cree como niña y la cabeza pregunta como adulta
y necesitas ambas cosas para seguir adelante,
porque si solo piensas con el corazón, te vas a lastimar
pero si solo piensas con la cabeza, te vas a marchitar.
No te rindas si aún te ilusiona,
lo haces por ese niña que fuiste
y que te pidió una oportunidad y se la diste,
no la abandones ahora cuando las cosas se ponen difíciles,
no sueltes su mano cuando se siente perdida,
mañana es otro día para volverlo a intentar y lo estás haciendo increíble, así que,
no seas tan dura contigo...
El Grinch era un niño herido en un cuerpo de adulto, él, no odiaba la navidad, le dolía la falta de amor que hubo y que había en su vida.
El Síndrome del Grinch se produce cuando las personas experimentan un malestar ante las fiestas navideñas, las luces o villancicos.
No saben del malestar que las emociones desagradables les producen,
y sufren al ver el contraste de lo que sienten frente a la alegría en el ambiente, y ésto produce frustración, pudiendo extenderse a las demás personas que sí parecen disfrutar de las fiestas.
Las personas tienen malestar emocional ante la navidad y todo lo relacionado con ella, sus emociones son de tristeza y rabia, se aislan, debido a que las aglomeraciones, compras, luces y villancicos también son molestos.
El Grinch nos invita a reflexionar acerca de las luchas internas que cada uno puede llevar y la importancia de poner en práctica la empatía.
El Grinch sólo necesito de un corazón compasivo
y noble para volver a creer.
Locución, edición, guión y música de Victor Rodríguez
Y te amé y sane...
Te amé y la sombras hubieron de liberar las cuerdas
con las que me tenían raptado de cara a la pared del olvido.
Te amé y me liberé.
Dejé de estar en deuda con el mal
y su lista de pecados por mí cometidos.
La rompió el ángel que vino contigo de parte de Dios...
...mientras me dijo:
"¿La amas?"
"Eres libre pues".
Y te amé y cambié mi celda oscura...
por la luz del rastro que tú dejas.
Y desde entonces te sigo...
inmerso en ese resplandor...
...que tú emanas...
...y del que yo me nutro...
...día tras día. (11:11)
No quiero darme cuenta tarde,
de que el aquí y el ahora son lo único cierto que tenemos,
que despertar todos los días es un milagro al que no quiero
tomar por común o insignificante.
Ya se ha dicho tantas veces que pareciera haber perdido
el efecto esa frase de "la vida es una sola",
pero no hay nada más cierto que ella
y no quiero perder lo importante para darme cuenta de que lo tuve,
no quiero enterarme tarde de que importa
más la compañía que el destino,
que lo hermoso suele ser lo más simple,
que lo que pesa además hay que soltarlo,
que quien tiene un amigo tiene un tesoro,
que el amor no es una batalla, sino una rendición,
que la gente que amo podría desaparecer sin avisar, sin despedirse,
que es mi perro, el que me saca a pasear a mí y no al revés,
que cumplir años no significa "un año más", sino un "año menos",
de que no hace falta llenar la agenda solo de pendientes impuestos,
que es posible comenzar a planificar más sonrisas,
que una botella de vino y un par de amigos
son suficientes para celebrar un cumpleaños.
No quiero que me convenzan de que las cosas valiosas
requieren mucho dinero o pensar que hago las cosas bien o mal juzgando por lo que dicen de mí quienes ni siquiera me conocen.
No quiero darme cuenta tarde de que el qué dirán no importa,
no importa si hablan bien o mal de ti,
importa que seas tú el dueño de tus decisiones y de tu camino,
no quiero llorar cosas no dichas, amores no demostrados,
pasiones olvidadas o poemas nunca escritos.
Quiero apresurarme a fracasar,
para perder el miedo a perder
y entonces poder caminar hacia la meta convencido de que se puede ganar sin tener que llegar invicto.
Quiero enterarme de todo, amar a Dios y pelearme con él de vez en cuando, preguntarle que escribir y otras veces dejar que sea él,
el que escriba por mí.
Recorrer cada curiosidad que me reclama el corazón, beberme el camino hasta la última gota, emborracharme de vida, para que en el cielo al despertar, alguien me regale una cerveza y una sopa en la mañana
para aliviar la resaca de habérmelo pasado también,
de haber vivido dignamente.
Todos los días morimos un poco,
así que no voy a perderme el regalo de seguir aquí,
de estar vivos,
porque hoy por suerte,
no es demasiado tarde para enterarme...
En el ajetreo diario, es fácil perderse y olvidar nuestra esencia. Sin embargo, dentro de cada uno de nosotros reside una luz brillante, esperando a ser descubierta.
La espiritualidad no es un destino lejano, sino un viaje hacia nuestro interior. Es en la quietud donde encontramos respuestas, en la meditación donde hallamos paz, y en la conexión con nosotros mismos donde descubrimos nuestro verdadero propósito.
Al abrazar la práctica de la atención plena, nos liberamos de las ataduras del pasado y las preocupaciones del futuro, viviendo plenamente en el presente. Cada respiración consciente nos acerca más a la armonía y al equilibrio.
Recuerda que eres parte de un todo más grande. La naturaleza, el universo y tú estáis interconectados en una danza eterna de energía y amor. Al alinearte con esta verdad, te abres a la abundancia y a la sabiduría infinita.
Permítete sanar, crecer y evolucionar. Confía en el proceso y en la guía que el universo te ofrece. Tu viaje espiritual es único y sagrado. Abraza cada paso con gratitud y amor.
Locución y edición de Victor Rodríguez
Escrito por William Ernest Henley
En la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
agradezco al dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Sometido a los golpes del azar
mi cabeza ensangrentada jamás se ha postrado.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
acecha el horror de la sombra,
y aun así, la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
Elegir a tu compañero de vida
no es algo que se haga con los ojos abiertos.
Ciérralos… siente su esencia, su lealtad, su ternura,
su capacidad de cuidarte.
Elige a alguien que se atreva a aprender contigo,
a crecer, a equivocarse y a intentarlo de nuevo.
Porque amar es evolucionar juntos,
Busca a alguien fuerte, pero no rígido.
Que sepa doblarse con los vientos de la vida sin quebrarse.
Alguien sensible, que sepa mirar el mundo con el corazón.
Elige a alguien que comprenda tu dolor cuando te equivocas,
y que sepa abrirte su corazón cuando algo le duele.
Amar no es evitar errores, es aprender a construir juntos desde ellos.
Busca a alguien que tenga su propio mundo, que ame algo con pasión, que tenga sueños y te quiera como su compañero de aventuras.
Elige a alguien que comparta tus valores y pasiones,
que construya contigo recuerdos que sean el pegamento de su amor: tardes sencillas, risas espontáneas,
pequeños momentos que valen más que los grandes.
Y, sobre todo, elige a alguien que te haga sentir más grande,
más libre, más tú.
Porque el amor no te encierra, el amor te expande...
Encuentra a quien haga tu vida más grande...💝
Las personas sensibles siempre tenemos el corazón al revés,
el alma al revés.
Una lágrima lista para caer,
una sonrisa en los labios lista para explotar.
Vivimos en un equilibrio entre las alegrías y los dolores de la vida.
No somos perfectos, al contrario.
A veces incluso nos autodestruimos,
porque respiramos a través del pecho y nunca a través de los pulmones.
Las personas sensibles podemos sonreír con poco y llorar por nada.
Sabemos detenernos y preguntarnos frente a un atardecer,
sonreír a un perro, mirar el mar y saborear la paz y el tormento infinito.
Sabemos cómo convertir arena en polvo de estrellas,
iluminar un sueño en la oscuridad.
Ver más allá de la apariencia, más que una sonrisa, más que una lágrima, más allá de la ira o del dolor, vivimos desde el corazón.
Las personas sensibles, tenemos un defecto: sufrimos mucho.
Pero tenemos una gran cualidad que los demás no tienen:
entregamos el alma.
Locución, edición, música y guión de Victor Rodríguez
Hola, no sé cómo decirte esto,
pero siempre he pensado que todo lo que deja huella jamás avisa.
Y tú llegaste sin hacerlo.
Tan puntual como lo que no puede evitarse.
Pienso en ti y me pregunto cuál será tu lado favorito de la cama.
Si sueñas con Tailandia o Santorini
o como yo, no necesitas mucho para viajar.
Quiero saber tus miedos, tus sueños,
cuántas alarmas pones para despertarte,
abrazarte los domingos, sostener tus días grises
y celebrar a tu lado los momentos felices.
A veces me imagino escuchando contigo canciones en el coche,
bailando en el salón, abrazándote mientras cocinamos,
y riéndo contigo en una llamada.
Quiero despertar contigo y hacer refugio en el sofá.
Me encanta imaginarte llegando con tu vestido favorito,
con esos andares despreocupados
y esa complicidad en tus ojos cuando me miras.
No quiero abrazarme a la persona equivocada.
Quiero poner tu nombre a mi rutina.
Ojalá tú también lo quieras.
Hoy, las redes están llenas de filtros, de perfección fingida,
de vidas que parecen de película… pero, ¿sabes qué?
Lo que de verdad conecta, lo que de verdad importa, es lo real.
Esas marcas que llevas, esa risa imperfecta, tus días buenos y malos, eso eres tú. Y eso es lo que te hace única.
Deja de esconderte detrás de lo que crees que los demás quieren ver.
La vida no necesita filtros; la vida necesita verdad.
Ser auténtica no es fácil. Requiere valor.
Pero cuando te aceptas tal y como eres, empiezas a brillar.
No para los demás, sino para ti.
Habla de tus luchas, celebra tus victorias,
muestra quién eres de verdad. Porque ahí es donde está tu fuerza.
No hace falta ser perfecta para inspirar.
Solo basta con ser tú. Hoy, sé tú. Sin miedo, sin máscaras.
Porque el mundo está esperando tu autenticidad.
Hay Ángeles a tu lado...🪽
Locución, guión y guión de Victor Rodríguez
Hay quienes llegan a nuestra vida por alguna razón,
lo sé, lo siente mi corazón, como si de algún modo nos conectásemos a los bellos valores que llevamos dentro,
en un reflejo de eso que tú quieres mostrarme,
ya que si soy capaz de verlo en ti, lo encontraré en mí...
