El Colegio Oficial de Psicología de Tenerife, a través de la Comisión de
Discapacidad y Dependencia y
el grupo de Psicología Positiva,
conjuntamente con la
Federación de Entidades para la Atención a Personas
con Discapacidad Intelectual de Canarias (FEAPS Canarias), acaban de
poner en marcha un proyecto pionero para la mejora de la calidad de vida
de personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental.
"El logro de ese objetivo significará una mejora de la calidad de
vida de todos, de toda la sociedad, lo cual entronca con el
planteamiento del grupo de Psicología Positiva", explica Erika Quesada,
coordinadora del proyecto por parte de
FEAPS Canarias.
La Psicología Positiva, define el coordinador del grupo que
divulga esta disciplina en COP Tenerife, José Rivero, "es el estudio
científico de todo aquello que hace que la vida merezca la pena, y la
aplicación de sus resultados a entornos como la educación, el trabajo, y
el desarrollo personal".
Para comprender el punto de partida del proyecto, hay que situarse
en un estudio de FEAPS, de 2013, en el que personas con discapacidad
intelectual, sus familiares y los profesionales que trabajan con ellos
pudieron
expresar sus necesidades a través de diferentes
encuestas.
Dicho estudio concluyó, a grandes rasgos, que era preciso
"
modificar el modelo de atención existente, que era necesario implicar a
todos los agentes y salir del entorno de la discapacidad para que todos
conozcan la realidad".
Se observaba así la necesidad de buscar el apoyo de los colegios
profesionales, pero, en particular, las personas con discapacidad
intelectual demandaban orientación psicológica, lo cual impulsó la idea
de colaborar con el Colegio de Psicología y hacerlo con un
enfoque
distinto.
A diferencia de
la psicología tradicional, que
iba de la
normalidad al trastorno,
la Psicología Positiva lo que
persigue es la
calidad de vida, aquello que evita que se caiga en la enfermedad. Es una
metodología que se mira en el espejo del '
optimismo aprendido', esto
es, la capacidad que muestran algunas personas de transformar
situaciones, por adversas que sean, en optimismo.
A partir de ahí, el diseño del programa para la intervención con
personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental se
apoyará en el
Modelo de la Felicidad Sostenible, que incorpora elementos
de distintos modelos de bienestar, además de hacer énfasis en el
trabajo de emociones --a través del Modelo de Barbara Frederickson-- y
el uso de las Fortalezas Humanas.
EMOCIONES POSITIVAS
Quiere decir que
se trabajarán las emociones positivas --alegría,
esperanza, felicidad--, las fortalezas humanas --el sentido del humor,
apreciación de la belleza, a través de paseos al aire libre, por
ejemplo--, la inteligencia emocional, la gratitud y la autoaceptación.
Todo ello será
medido y valorado para conocer el antes y el
después, esto es, la efectividad de la metodología aplicada. No en vano,
se trata de un proyecto piloto que será adaptado a los perfiles y
recursos existentes.
José Juan Rivero no oculta que es "
todo un reto" el que tienen por
delante, puesto que en España no hay experiencias con la profundidad
que plantea esta propuesta conjunta que se hace desde el COP y FEAPS.
Además, reitera que es intención de este proyecto intentar
mejorar
el bienestar psicológico de las personas con discapacidad intelectual
que presenten algún trastorno de salud mental, y el de sus
familias,
para así incidir sobre la mejora de su
satisfacción y calidad de vida.
"
Es todo un cambio de paradigma, un cambio de teoría y de
mentalidad", señala la responsable de la Comisión de Discapacidad y
Dependencia de COP Tenerife, Loli Vázquez, quien subraya que este es un
proyecto pionero en todos los sentidos.
"
Es fijarnos en la potencialidad de estas personas, en lugar de en
su discapacidad", en paralelo a lo que dice la Psicología Positiva, que
es "
ver todo lo bueno que hace que la vida merezca la pena en sí misma,
porque hay fortalezas que se pueden desarrollar".
Europa Press