Hay que educar a los hijos y conseguir que en el equipo de trabajo se deje de decir ‘es que’ y se traduzca en ‘hay que’.
La educación en valores
Educar en valores es una misión que tenemos todos los que educamos, amamos, jugamos o interactuamos con niños, adolescentes y adultos. La educación en valores no se limita a la educación de niños, sino que es un eje transversal para el resto de nuestras vidas.
Cada
vez que alguien se convierte en padre inicia su labor de educar en
valores. Es el momento de responsabilizarse de la educación para minimizar el impacto de otras fuentes de influencia sobre el niño. Profesores y entrenadores también tendrán en este campo una gran responsabilidad.
No
siempre coincidirán las escalas de valores que compartimos en casa con
las que los niños reciben en otros ámbitos educativos. Los valores son
frutos de la educación, el ambiente, las amistades o las circunstancias que nos rodean a todos.
En una familia, lo que es importante es
decidir qué valores quieres para tu hijo y poder construir y cimentar vuestra escala de valores.
Crisis de valores
Estamos ante una crisis en la que padres y educadores conviven con las consecuencias nocivas de una educación sin valores.
Faltas de respeto o de disciplina, denuncias en el propio seno familiar,
violencia física y verbal, acoso por las redes sociales y un largo
etcétera describen una vida sin límite. Límites o ausencia de los
mismos, cuyas consecuencias pueden condicionar la vida desde una edad
temprana.
Debemos alejarnos de los estilos autoritarios o sobreprotectores que impiden educar con paciencia, rigor y rutina.
Los niños necesitan una misma dirección y que todos eduquemos con una base similar. La coherencia es importante para no despistar y
desorientar al niño con lo que sí o con lo que no está permitido.
Tenemos que tener claro qué queremos y hacia dónde vamos. Si no sabemos
“el qué” no podemos practicar “el cómo”.
Acompañar
y apoyar como padres a nuestros hijos en su crecimiento personal,
educativo, deportivo y emocional implica la educación práctica de los
valores que posibilitarán ese crecimiento.
De la misma manera que os preocupáis de que lleven los deberes hechos, de
que se laven las manos antes de comer o de que se abriguen en invierno,
os tenéis que preocupar diariamente de la educación en valores.
No vale con decir “tienes que ser respetuoso”. Debemos animar al niño y
educarle en lo que hace mal, y reforzar todas las conductas apropiadas
con el fin de que las repita. Tiene que ver, en sus figuras adultas de
referencia -padres, hermanos y abuelos-, esa coherencia entre lo que se les pide a ellos y lo que hacen.
¿Cuántas veces se ha dicho que los niños son esponjas? Una forma de educar, además del ejemplo, es la lectura de cuentos sobre valores que les hagan pensar.
Es
una propuesta abierta para que, con iniciativa, decidáis, según
vuestras necesidades, qué valores y en qué orden se trabajan. Tenéis
además que adaptarlos a la edad de cada miembro de la familia. El reto es trabajar los valores en familia.
Tipos de valores
Es importante tener en cuenta que existen:
-Valores intrapersonales, que analizan el propio comportamiento y sus consecuencias. Por ejemplo, el respeto o la perseverancia.
-Valores interpersonales, que favorecen la convivencia con los demás. Por ejemplo, ser tolerante o generoso.
-Valores ambientales,
que fomentan la responsabilidad y el respeto con el entorno. Por
ejemplo, la responsabilidad con conductas de reciclado, no mal usar
recursos como el agua, la luz o la calefacción o no dejar residuos en la
naturaleza.
12 meses, 12 valores
A partir de esta clasificación, preparad vuestra lista de valores.
Os proponemos 12 valores: uno para cada mes de este nuevo año.
Enero: Respeto
Febrero: Cooperación
Marzo: Diálogo
Abril: Humildad
Mayo: Paciencia
Junio: Sinceridad
Julio: Responsabilidad
Agosto: Tolerancia
Septiembre: Esfuerzo
Octubre: Creatividad
Noviembre: Amistad
Diciembre: Generosidad
Quedan muchos más: prudencia, justicia, igualdad, honestidad, autonomía, gratitud…
Utilizad la creatividad:
podéis diseñar tablas, cartulinas, collages. Tratad de que el resultado
esté a la vista para que facilite el entrenamiento del valor.
Pasos para elaborar la tabla
- Anota el valor que hay que trabajar.
- Dedica espacio a cada miembro de la familia, incluidos vosotros, los padres.
- Define el valor y pon ejemplos para que el niño lo asimile.
- Id anotando cada paso que dais en relación al valor. Apuntad los logros.
-
Si queréis reforzar el trabajo, pintad o pegad recortes que ilustren
cómo se ha sentido el niño cuando cumple con el valor elegido.
- Anotad el refuerzo que se da a cada miembro de la familia. Se puede hacer una lista de palabras de agradecimientos, gestos o premios conseguidos.
-
Hablad en el día a día de ejemplos de personas que practican los
valores. Cuéntales historias que ocurren y pregúntales cómo actuarían
ellos. No en grandes sermones, porque no los escuchan.
Los
padres deseamos hijos que sean personas de bien, y para ello tienes que
implicarte en la educación en valores. No olvidemos que sin valores no se puede vivir ni convivir.
Alguna bibliografía de interés sobre valores
A continuación os dejamos títulos de libros que educan en valores que os pueden ayudar en vuestra labor, ésta
lista está abierta a otros libros.
- Valores para la convivencia.
- Valores de oro.
- El gran libro de Cuentos con valores.
- Cuentos para educar niños felices.
- Cuentos para sentir: educar en emociones.
- Cuentos para sentir: educar en sentimientos.
- Cuentos para educar con Inteligencia emocional.
Fuente: Patricia Ramírez y Yolanda Cuevas (elportaldelhombre.com)