1. Esconder los problemas bajo la alfombra
No todo en la relación va a ser maravilloso, pero los retos a los que
tengan que enfrentarse juntos los harán más fuertes, como individuos y
como pareja. No se puede solucionar ningún problema si no se le hace
frente, y las personas que se preocupan por su pareja serán lo
suficientemente maduras para tener discusiones de adultos y llegar a una
conclusión.
Si se esconden los sentimientos, la otra persona no sabe lo que tiene que hacer o cambiar para que su pareja sea feliz, por lo que las cosas no mejorarán.
2. Dejar de intentarlo
Sabes que has encontrado a la pareja adecuada cuando no deja de
mostrarte lo mucho que significas para él o para ella… aunque lleves
mucho tiempo juntos.
4. Desanimar a tu Pareja
Dos personas que se quieren y que se preocupan por la otra persona
nunca intentarían desilusionar a su pareja o retenerla. Ellos se animan y
se apoyan cuando tratan de perseguir sus objetivos y sus sueños.
Si reprimes a tu pareja, harás que la relación se resienta a largo plazo. Paradójicamente, dar mayor libertad a tu pareja a menudo supone un acercamiento por su parte.
4. Dudar de los sentimientos del otro
En una relación feliz, las dos partes saben lo que significan para la
otra persona. La comunicación y el cariño son muy importantes para
minimizar las inseguridades y las dudas.
5. Desenterrar el pasado
Todos tenemos un pasado que ha hecho de nosotros lo que somos ahora.
Algunas experiencias han sido positivas, y otras no tanto. Las parejas
maduras y felices lo entienden y no usan los trapos sucios de la otra
persona como argumento en sus discusiones, o como excusa para iniciar
una disputa.
6. Fisgonear
Uno de los ingredientes clave para una relación feliz es la confianza,
y la gente que tiene confianza no invade la privacidad de los demás. No
debería hacer falta ponerle contraseña al móvil ni borrar el historial
de Facebook. Las personas que tienen confianza en su pareja deberían ser
un libro abierto para la otra persona, por lo que no habría necesidad
de ir escondiéndose.
7. Dejar que la relación se estanque.
Tanto dentro como fuera del dormitorio, es importante que la pareja no
se aburra, y que no sienta que las cosas no avanzan. A menudo, la
intimidad en la cama se construye desde fuera, con gestos románticos y
muestras de cariño, de modo que uno sepa lo que significa para el otro.
La felicidad en las relaciones se cimenta sobre la comunicación, la confianza, la lealtad y el respeto mutuo. Estas son algunas de las piedras angulares del amor. Si falta una, la otra no puede existir.