Te ayuda a valorar más tu entorno y ampliar tu visión de mundo
"El mundo es un libro y los que no viajan leen sólo una página." - San Agustín |
Viajar puede ser todo lo contrario a la vida diaria… Relaja y concede múltiples
beneficios, siendo el primero el más sencillo de todos: diversión.
Un estudio realizado en la Indiana University apunta a que viajar aumenta la creatividad y la capacidad de resolver problemas. El estudio también cita teorías psicológicas que indican que al estar lejos de una situación tendemos a pensar de manera más abstracta y surgen nuevas formas de atender o resolver un problema.
Nos beneficiamos psicológicamente al viajar y exponernos a nuevas experiencias. Nos exponemos a nuevas formas de pensar y ver el mundo”.
Existen estudios de neurociencia que demuestran que nuevas conexiones neurales se dan en el cerebro cuando cambiamos de panorama o “medio ambiente”. Es decir, viajar a otra parte del mundo hace que nuestro cerebro cree “nuevos caminos neurales” y se abre a la posibilidad de nuevas formas de pensar.
El neurocientífico David Eagleman -famoso por sus estudios sobre la percepción del tiempo en el Baylor College of Medicine de Houston- dijo en entrevista con la revista The New Yorker que “los adultos tienen un sentido más comprimido del tiempo que los niños”, pero que “viajar te pone neuralmente en la misma posición que cuando eras un niño”.
Escrito de otra forma, viajar regresa tu cerebro al estado de asombro en que vivías cuando veías las cosas por primera vez, cuando todo era nuevo, cuando eras niño. Viajar te da la capacidad de asombrarte una vez más y así tu sentido del tiempo se expande. Unas semanas de viaje por Asia podrían parecer una pequeña vida en sí misma.
Otro beneficio de viajar es el hecho de que el cambio de ambiente es una buena manera de romper con malos hábitos y comenzar una vida nueva.
“Del punto de vista de conducta humana, el cambio de ambiente es favorable al cambio de hábitos. Asociamos el mal hábito con ciertos lugares, experiencias y actividades. Cuando cambiamos las asociaciones que hacemos en el cerebro, tenemos más posibilidad de deshacernos de los malos hábitos; puede ser de ayuda cambiar el ambiente. Está probado que el cambio de ambiente ayuda al cambio de hábitos”.
Ampliar nuestra visión del mundo
Experimentar otras culturas “amplía nuestro marco de referencia y vemos que nuestra cultura no es la única”.
“A veces cuando las personas no hemos salido de nuestro ámbito más cercano, no tenemos acceso a otras mentalidades, otras ‘realidades’, a ver desde otros ojos el mundo”.
Empatía y humildad
Asimismo, esta oportunidad de ver cómo se vive en otros países amplía la gama de conductas que existen en el ser humano y “es la experiencia que nos produce un sentido de humildad, de horizontalidad, a entender que no somos el ‘ombligo del mundo’ y nos ayuda a ponerse en los zapatos de otra gente, a tener más empatía”.
Valorar más lo que tenemos
Las experiencias de múltiples viajeros que al regresar a casa después de un largo viaje valoran más lo que tienen.
“Los viajes ayudan a valorar nuestra cultura y nuestro entorno y reconocer lo bueno que tenemos en nuestro país. Ayuda a poner en verdadera perspectiva nuestra situación… Si comparamos nuestra experiencia con otros países del mundo, el análisis resulta diferente y quizá no estamos tan mal como pensamos… comenzamos a valorar el clima, la naturaleza, nuestra gente, nuestros valores… resalta más lo positivo”.