Las emociones son información, un aviso y una guía al servicio de la conservación, la relación y la socialización del individuo.
¿Qué es una emoción?
Una emoción es información, información sobre “cómo estoy ahora”. En este sentido, la emoción es una guía para nuestra vida y para nuestra relación con los demás. Contrariamente a lo que se piensa, no existen emociones buenas o malas, sino emociones que nos pueden resultar más agradables que otras. Lo importante es saber que cada una de ellas cumple una función específica. La emoción puede considerarse también una cualidad energética, energía que nos permite actuar expansivamente hacia el mundo (rabia/alegría) o a retraernos en nosotros mismos (miedo/tristeza).
¿Cuáles son las 4 emociones básicas y qué función cumplen?
Las 4 emociones básicas son el miedo, la tristeza, la rabia y la alegría. Son consideradas como básicas por tratarse de vivencias internas comunes a personas de distintas épocas, lugares y culturas, y porque desarrollan un papel protagonista en el desarrollo psíquico de toda persona.
El miedo es una emoción de repliegue. Tiene como función advertirme de la existencia de un peligro, de recibirlo o de causar daño. Me permite evaluar mi capacidad para afrontar las situaciones que percibo como peligrosas. Reconocer en mí el miedo y gestionarlo adecuadamente me lleva a la prudencia, lejos del pánico o la temeridad.
La alegría es una emoción de apertura. Tiene como función crear vínculos hacia el otro, es por tanto una emoción expansiva. Se manifiesta en tres formas: ternura, sensualidad y erotismo. Una buena gestión de la alegría está íntimamente ligada a la gestión de la frustración. Bien gestionada, alcanzamos la serenidad, tan alejada de la tristeza como de la euforia.
La tristeza es una emoción de repliegue, reflexiva, siempre relacionada con el pasado. Su función está en que nos permite tomar conciencia de la pérdida de algo y aflojar, soltar eso que ya no tenemos. También cumple la función de dejarnos acompañar por el otro cuando experimentamos esa sensación de fragilidad que provoca la pérdida.
La rabia es otra emoción expansiva, un impulso que nos lleva a sacarnos de encima algo o a alguien. Su función es la de apartar de nosotros lo que nos molesta. Reconocida, aceptada y bien gestionada, la rabia me ayuda a determinar qué es lo que me molesta y, así, poner espacio entre lo que me perturba y yo mismo.
¿Por qué es importante saber gestionarlas?
Las emociones son siempre información, aviso y guía al servicio de la conservación, la relación y la socialización del individuo. Marcelo Antoni y Jorge Zentner afirman en su libro Las cuatro emociones básicas que la mala gestión de esa información genera un sufrimiento inútil. En esta obra, a través de numerosos ejemplos, se muestra cómo aprender a gestionar las emociones mediante su reconocimiento en los tres niveles que se manifiestan: el emocional, el de terapeutas especializados en Gestalt y en terapias corporales.
Sobre los autores
Marcelo Antoni Lobo es abogado y terapeuta. Postgraduado en Psicoterapia Cognitivo-Social por la Universidad de Barcelona y en Coaching para Gestaltistas, se formó asimismo en Psicoterapia Integrativa con Claudio Naranjo, y fue colaborador suyo. Es especialista en técnicas de encuentro y psicodramáticas y miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG) y de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP). Posee amplia experiencia como formador
Jorge Zentner es escritor, guionista y terapeuta. Ha publicado cómics y libros infantiles, con los que ha obtenido numerosos premios, así como novelas, cuentos, poemas y artículos. En los talleres de expresión creativa, autoconocimiento y educación emocional comparte su experiencia en literatura, meditación zen y psicoterapia. Ha creado y dirige Decirme Sí, un espacio exclusivamente dedicado a la práctica de la autoestima a través del reconocimiento y gestión de las 4 emociones básicas.