El bastón de Moisés… una simple vara de madera que abrió mares, derribó enemigos y trajo agua de la roca.
Pero no era la madera la que obraba milagros,
era la fe que ardía en el corazón de un hombre quebrantado.
Moisés no fue elegido por ser fuerte, sino por ser humano.
Dudó, temió y golpeó la roca con ira,
olvidando por un momento que el verdadero poder
siempre estuvo dentro de él… como una estrella que nunca dejó de brillar.
Esta historia resuena con el alma protagonista de mi libro
«Érase una vez un Alma que vino de las Estrellas».
Un alma que, como Moisés, recorrió desiertos internos,
cayó, se levantó y descubrió que su fuerza no venía de lo externo…
sino del fuego sagrado que latía dentro de ella.
Porque no es lo que sostienes en tus manos lo que cambia tu destino…
Es lo que sostienes en tu corazón.
📖 Consigue tu ejemplar ahora:
👉 ÉRASE UNA VEZ UN ALMA QUE VINO DE LAS ESTRELLAS ✨️
✨ Una historia que te recordará que la magia
y la fe siempre han vivido dentro de ti.
Escrito por Victor Rodríguez
viernes, 7 de marzo de 2025
Home »
alma
,
amor
,
CrecimientoInterior
,
DestinoYPropósito
,
estrellas
,
fe
,
FeInquebrantable
,
HistoriasQueInspiran
,
LeccionesDeVida
,
MilagrosYJuicio
,
Moisés
,
PoderDivino
,
ReflexionesEspirituales
,
SabiduríaAntigua
» No era el bastón de Moisés el que abría mares… era la fe de un alma herida. 🕊