Ese camino angustioso, de levedad y simpleza,
De noble sutileza y amarga contrariedad,
Ese sendero sempiterno, de risa franca y voluntad,
Hermética paridad, lastrado y confuso.
Donde mirar y ser mirado, y amainar las tibias olas,
Como al río se le añora, llegado seco a tú verdad,
Esa senda de penurias, de malsana grandeza,
Adornando las cabezas y matando el lugar.
Ese es el pasaje del amor, donde llegar descalzos,
Limpios y libres del fruto amargo, a la avenida claridad,
Recorrido duro y simple, de obligado recorrer,
Siempre y cuando lo aceptes acometer, el amor te llamará.
De noble sutileza y amarga contrariedad,
Ese sendero sempiterno, de risa franca y voluntad,
Hermética paridad, lastrado y confuso.
Donde mirar y ser mirado, y amainar las tibias olas,
Como al río se le añora, llegado seco a tú verdad,
Esa senda de penurias, de malsana grandeza,
Adornando las cabezas y matando el lugar.
Ese es el pasaje del amor, donde llegar descalzos,
Limpios y libres del fruto amargo, a la avenida claridad,
Recorrido duro y simple, de obligado recorrer,
Siempre y cuando lo aceptes acometer, el amor te llamará.