Éste Tercer Bloque, el reclutador cuestiona aspectos como Iniciativa, liderazgo y autoexigencia, personalidad, vida privada, además de nuestras preguntas.
Tras cada pregunta encontraréis una serie de consejos o indicaciones para responder o, en algunos casos, salir lo más airosos posibles de las preguntas más complicadas que nos pueden hacer.
Iniciativa, liderazgo y autoexigencia
97 ¿Qué hace si tienes que tomar una decisión y no hay ningún procedimiento al respecto?
Nuestro entrevistador quiere saber si tenemos iniciativa propia o si somos inconformistas, así que debemos señalar que somos capaces de imaginar ideas o soluciones ante situaciones a las que no nos hayamos enfrentado nunca o sobre las que no estamos instruidos.
98 ¿Cómo actúa ante un problema difícil de resolver?
Aquí debemos resaltar nuestro orden de actuación ante los problemas. El primer paso sería analizar la situación para identificar el problema, y a partir de ahí actuar para solucionarlo. A las empresas no les gustan los trabajadores individualistas ni con soluciones para todo, así que debemos insistir en que si no lo resolvemos por nuestra cuenta pediremos ayuda sin dudarlo para conseguirlo.
99 Hábleme de los problemas diarios de su puesto y como los afronta
Basta con citar pequeños problemas del día a día que no supongan ningún problema serio. Nuestro orden de actuación debe ser analizarlos y pensar posibles soluciones, y una vez más nos mostraremos dispuestos a solicitar ayuda a nuestros compañeros o una opinión alternativa que nos pueda ofrecer una visión más objetiva y resolverlo mejor.
100 Hábleme sobre sugerencias o propuestas que haya hecho
Antes de la entrevista puedes prepararte una lista de sugerencias que hayas hecho en empleos anteriores, preferentemente de las que fueron aceptadas y tuvieron éxito. Lo ideal sería que estén relacionadas con el empleo que estás buscando. En caso de no tener ningún ejemplo no debemos quedarnos callados, sino que indicaremos brevemente alguna que o se haya puesto en marcha para dar la impresión de que nos involucramos con la empresa.
101 Hábleme de una propuesta suya en el trabajo y de cómo ha funcionado
Aquí nos podemos poner una medalla con nuestros logros. Citaremos situaciones importantes, pero nada que hayamos incluido en el currículum ya que el reclutador lo sabrá y pareceremos repetitivos.
102 ¿Cómo comprueba que su trabajo es exitoso?
Siempre sin parecer prepotentes debemos hablar de los exigentes objetivos y estándares que nos marcamos para nosotros mismos. Si los alcanzamos significará que nuestro trabajo ha sido un éxito, si nos hemos quedado por el camino quiere decir que debemos seguir mejorando.
103 ¿Cree que su labor es importante para la empresa? ¿Por qué?
Todo el mundo juega un papel importante en una empresa, ya sea mayor o menor, de lo contrario no estaría en ella así que destacaremos alguna de las razones por las que nuestra labor es importante. Una vez más insistimos en aprovechar este tipo de preguntas para destacar nuestras cualidades, siempre de forma argumentada y creíble.
104 ¿Utiliza datos financieros? ¿Los incluye en sus informes?
Según el cargo, el perfil o la función que desempeñemos los utilizaremos o no, así que basta con contestar la verdad. La pregunta no tiene más misterio.
105 ¿Qué decisiones tomaba en su trabajo diario?
Hay que poner de manifiesto nuestras responsabilidades, siempre cuestiones relevantes como pueden ser los presupuestos o la aceptación y validación de proyectos. En el caso de no haber tenido este tipo de responsabilidades si que podemos destacar las pequeñas decisiones que se nos plantean en nuestro día a día, igualmente importantes.
106 ¿Qué decisiones le cuesta más tomar?
Es una pregunta dirigida a directivos y mandos. Lo más común es contestar que las más difíciles de tomar son todas aquellas que tienen efectos negativos sobre personas, como bajadas de sueldo o despidos. Eso si, añadiremos que aunque sean cuestiones difíciles de resolver tomaremos la mejor decisión para la empresa por mucho que nos cueste.
107 Cuando está desbordado por el trabajo, ¿cómo se organiza para acabarlo?
Esta es una excelente oportunidad para destacar nuestras habilidades organizativas, la planificación, el calendario y la agenda. También podemos destacar nuestra habilidad para confiar en nuestro equipo y distribuir las tareas.
108 Cuando ha tenido que delegar una tarea, ¿cuál ha sido el resultado?
Si el resultado ha sido positivo, tenemos vía libre para contar nuestra experiencia. Si el resultado no fue bueno, también contestaremos la verdad aunque como siempre hay que evitar desprender un halo de negatividad, explicando que “no fue el resultado que esperaba” o “lo conseguimos arreglar”.
109 ¿Qué criterios sigue para repartir las tareas entre sus compañeros o subordinados?
La mejor contestación que podemos dar es que las tareas las repartimos siguiendo principios de cualidad, cantidad y equidad. Distribuiremos las labores según lo que mejor se le de a cada miembro del equipo, eso si, siempre involucrando a todo el mundo e intentando dejar a todos contentos.
110 Hable de alguna ocasión en que su esfuerzo haya sido superior al de sus compañeros.
Podemos ofrecer datos objetivos o cuantitativos que apoyen nuestra respuesta. Eso si, debemos intentar que se trate de un logro conjunto, destacando nuestro papel como líderes del equipo. Aquí, el entrevistador quiere comprobar nuestro nivel de prepotencia, que comparemos nuestro rendimiento laboral con el de nuestros compañeros, así que tampoco nos echaremos demasiadas flores.
111 ¿Cuáles son sus mayores logros profesionales?
Ahora si que debemos destacar nuestros mejores resultados o objetivos alcanzados a lo largo de nuestra carrera profesional. A diferencia de otras preguntas, en esta ocasión el entrevistador no nos pregunta por una situación en la que hayamos trabajado en equipo, sino que nos centremos en nosotros mismos.
112 ¿Cuál ha sido error más grave de su carrera profesional?
Una killer question más de la que nos podemos librar hablando de problemas pequeños, nunca de un problema que haya tenido graves consecuencias. Hay que llevarlo en dirección positiva, utilizando fórmulas como “no haber aprovechado esa oportunidad por sentido de la responsabilidad”.
113 ¿Cómo afronta las tareas que no le gustan?
Entre las mejores opciones para contestar a esta pregunta están que las hacemos lo primero de todo para acabarlas lo antes posible y centrarlos en aquellas que más nos gustan, que seguimos un sistema de planificación o que utilizamos un sistema de autorecompensas para cuando las terminamos. La respuesta prohibida es que las dejamos para el final.
114 Describa su ética de trabajo
Hay que destacar los aspectos más beneficiosos para la empresa como nuestra determinación al afrontar el trabajo, el trabajo duro o el placer de trabajar en algo que nos gusta.
115 ¿Ha cometido algún error profesional?
Todo el mundo ha cometido errores, así que descartamos el “no” como respuesta. Hay que señalar algún objetivo que no hayamos logrado conseguir, a ser posible que no dependiese exclusivamente de nuestra actuación, sino de factores externos o alguno que no se lograse por completo. Debemos destacar lo bueno que hemos sacado de es error y explicar como actuamos desde entonces para no volver a cometer ese error.
116 ¿Qué hace para mejorar los proyectos a su cargo?
Hay que saber aprovechar esta pregunta para ofrecer la sensación de que somos un líder participativo, que tiene en cuenta las opiniones del equipo. Por eso, destacaremos que nos gusta trabajar con un equipo motivado, en el que todos los miembros se ayudan en la dificultad y reconocen los éxitos de los compañeros; y nosotros, como líderes, somos los primeros en hacerlo.
117 ¿En algún momento ha sido importante que haya sabido transmitir sus ideas en el trabajo?
El entrevistador quiere saber si somos manipuladores o no con nuestros compañeros, así que elegiremos un ejemplo en que nuestras ideas hayan sido clave pero en el que no parezca que hemos manipulado a nadie.
118 ¿Cómo actuaría si estuviese en desacuerdo con un superior?
Pregunta clave para deducir si somos un trabajador conflictivo o no. Lo mejor es mostrarse pausado y hablar de que somos capaces de asumir las diferencias que puedan surgir con un superior o con nuestros compañeros, recalcando que actuaremos conforme a la decisión o opinión del jefe aunque no la compartamos.
Personalidad
119 ¿Qué puede decirme de usted?
Una pregunta muy habitual, de las primeras que se hacen. El entrevistador ya ha visto nuestro currículum y sabe quién somos, así que no debemos recitar nuestra vida laboral sino que debemos hablar de qué hemos hecho hecho en nuestros anteriores empleos, destacando lo que está más relacionado con el puesto al que nos presentamos. Debemos ceñirnos a los aspectos profesionales, no a la vida personal.
120 ¿Por qué debería elegirle a usted entre todos los aspirantes?
No debemos pecar de modestos, pero tampoco sacar a relucir nuestro ego. Debemos hablar de nuestros conocimientos, la experiencia que tenemos y las habilidades que encajan en lo que la empresa está buscando. Nunca debemos comparar nuestras habilidades con las de otros candidatos.
121 ¿Con qué tres adjetivos se definiría? Explíquese.
Hay que responder con adjetivos positivos. Antes de acudir a la entrevista deberíamos ser capaces de definirnos, aunque siempre podemos pedir una evaluación a antiguos colegas.
122 ¿Cuál es su filosofía hacia el trabajo?
Nuestro interlocutor no quiere que le soltemos un rollo, sino que hay que ser positivo y corto, mostrando todo lo bueno que aportamos a la empresa para la que trabajamos. Una de las mejores respuestas que podemos dar es el bienestar que nos produce cumplir con las metas marcadas y terminar bien el trabajo.
123 ¿Qué puede aportar a esta empresa?
Estamos ante una de las preguntas que mejor podemos utilizar a nuestro favor, así que debemos responderla bien. Tenemos que tener claro qué características nuestras combinan mejor con el empleo al que optamos y destacarlo, además de todo lo que podemos aportar a la empresa y a los compañeros. Es una de las preguntas que deberíamos llevar preparadas de casa.
124 ¿Cuál es su punto fuerte?
Una vez más, estamos ante una pregunta con una gran cantidad de respuestas buenas que dependen de cada uno. Nuestro consejo es que os mantengáis firmes y siempre positivos. Entre los puntos fuertes más habituales y mejor valorados por las empresas están las capacidades de trabajar bajo presión, resolver problemas, dar prioridad a unos asuntos y organizarse o de centrarse en los proyectos, el liderazgo, la experiencia profesional y la actitud positiva.
125 ¿Mentiría a su empresa?
Puede parecer una pregunta de “si” o “no”, pero no lo es. Lo mejor que podemos decir es que nunca haríamos nada que dañase a nuestra empresa o que pueda perjudicar su imagen, principios, etc. En el caso de que el entrevistador no quede satisfecho con la respuesta y nos presione para que demos una respuesta más directa, lo ideal sería decantarnos siempre por nuestra integridad personal.
126 Dígame algo de lo que se avergüence.
Killer question con la que el entrevistador quiere pillarnos admitiendo algo comprometido o, si no lo admite, su capacidad de reacción ante esta pregunta. Por eso es importante tomarse un momento para reflexionar y pensarnos una respuesta que debería ir por “a veces pienso que debería prestar más atención a…” o “debería hablar más con…”. Nunca debemos hablar de aspectos de nuestra vida personal ni de aspectos negativos profesionales que nos puedan hacer perder ese empleo.
127 ¿Cómo se sentiría al reportar a una mujer o a alguien más joven?
Si el reclutador considera que tenemos algún perjuicio podría hacernos esta pregunta para controlarnos desde el primer momento. Nuestra respuesta debe ser creíble y natural, que no parezca automática, y debemos huir de respuestas que puedan parecer insensibles o paternalistas. Lo ideal sería contestas que nos gustan las empresas donde se contrata y promociona a los trabajadores por sus méritos independientemente de su edad o género.
128 ¿Qué significa el trabajo para usted?
Jamás responderemos “dinero”. Lo que el reclutador quiere saber es qué lugar ocupa el trabajo en nuestro orden de prioridades vitales y la diferencia que entre el trabajo y la vida familiar. No debemos loar el trabajo como si fuese el súmmum, basta con señalar que es una forma de realizarnos como personas a la que dedicamos todos nuestros esfuerzos.
129 ¿Se considera un trabajador exitoso?
Hay que contestar que si, siempre aportando ejemplos de metas que hemos alcanzado y de la gente a la que hemos ayudado. Eso si, debemos medir bien nuestras palabras para no parecer arrogantes ni prepotentes.
130 ¿Cómo es su estilo de gestión?
Tenemos que dar una descripción general de nuestras habilidades y recalcar que nuestra gestión irá de acuerdo con las situaciones específicas que se puedan dar o con los esquemas de la empresa. Ante este pregunta debemos evitar en todo momento estereotipos como vendedor, consensual o progresivo, palabras que según el entrevistador y la empresa tendrán uno u otro significado.
131 ¿Qué ha aprendido de los errores del pasado?
Es una pregunta difícil, ya que nuestra credibilidad ante el entrevistador podría verse afectada. Una buena idea es elegir un error pequeño y bienintencionado del que hayamos sacado una experiencia positiva. Por ejemplo, hablar de proyectos en los que nos involucramos demasiado en vez de delegar o cuando fuimos demasiado individualistas en lugar de coordinarnos más con nuestros compañeros.
132 ¿Tiene alguna cualidad que quiera desarrollar más?
Estamos ante una nueva pregunta trampa, así que debemos medir nuestras palabras. Lo ideal sería detectar las cualidades que nos faltan para que dejen de ser puntos ciegos, y a partir de ahí contestar de forma positiva y asegurar que estaremos atentos a cualquier problema que pueda surgir.
133 ¿Alguna vez ha perdido los nervios en el trabajo? ¿Por qué?
No. Es la única respuesta que podemos dar si no queremos parecer un trabajador conflictivo. Podemos añadir que en el día a día surgen roces o situaciones delicadas y que no siempre nos llevamos a la perfección con todos los compañeros, pero que sabemos manejar nuestras emociones y nunca perdemos los nervios.
134 Si tiene problemas personales, ¿cómo lo manifiesta en la oficina?
La mejor respuesta es decir que sabemos diferenciar entre la vida profesional y la personal, así que los problemas personales se quedarán en casa y no tendrán ninguna influencia en nuestro desempeño laboral.
135 Si le toca la lotería, ¿seguiría viniendo a trabajar?
Más que el compromiso, el reclutador quiere valorar nuestra motivación, así que la respuesta debe ser positiva, explicando que no trabajamos solo por dinero, sino que trabajamos como personas a las que les gusta enfrentarse a retos.
Vida privada
136 ¿Cómo compagina la vida privada y la vida laboral?
Aquí lo mejor que podemos hacer es aclarar que estamos ante dos mundos totalmente diferentes, y que cumplimos con ambos de forma independiente. Hay que destacar cómo nos organizamos para que los problemas domésticos no nos afecten en el trabajo y viceversa, dejando claro en todo momento que una cosa es el trabajo y otra la vida personal.
137 ¿Está casado/a?
No es una pregunta importante para el puesto, aunque proporciona información sobre la disponibilidad del candidato, por ejemplo, para viajar o sobre su reacción ante situaciones desconcertantes. Si creemos que la pregunta está fuera de lugar, es muy íntima o puede ser discriminatoria, podemos negarnos a contestarla de forma educada.
138 ¿Piensa quedarse embarazada?
Es una situación similar a la anterior, ya que muchas empresas consideran el embarazo de sus trabajadoras como un problema. En caso de ser afirmativo, hay que ser sincera; aunque si no entra en nuestros planes podemos decir que a corto plazo (uno o dos años) no lo tenemos en mente. Lo importante es contestar con naturalidad.
139 ¿Tiene familia o hijos?
Seguimos con preguntas que tienen la doble misión de evaluar la reacción del candidato ante situaciones inesperadas y conocer aspectos como su disponibilidad real de viajar. Tanto a esta pregunta como a otras como nuestros compañeros de piso debemos responder con naturalidad o, si no queremos contestar, negarnos con educación. Eso si, la respuesta (o la negativa a contestar) no debería tener ningún efecto sobre el resultado final de la entrevista.
140 ¿Tiene buena salud? ¿Se cuida para estar en forma?
Hay que contestar de forma sincera y natural. Si compartimos nuestro ocio con otras personas o si practicamos algún deporte en equipo, el reclutador se llevará la impresión de que somos una persona con facilidad para relacionarnos con el resto de la gente y capaces de integrarnos plenamente en un grupo.
141 ¿Es fumador?
Cuando la respuesta sea “si”, debemos valorar la dependencia. Por ejemplo, podemos señalar que aunque somos fumadores no supone ningún problema para nosotros pasarnos la jornada laboral sin echar mano a un cigarro; y si la dependencia es mayor una buena respuesta sería que somos capaces de pasar largos ratos sin fumar y que recuperaremos el tiempo que perdamos fumando.
142 ¿Practica algún deporte? ¿Cuál?
A priori es una pregunta fácil, ya que podemos contestar cualquier cosa. Los entrevistadores se llevarán una buena imagen de nosotros si somos deportistas, aunque debemos tratar de evitar respuestas que puedan parecer muy arriesgadas (puenting, salto base, esquí, snowboard) o los que puedan proyectar una imagen rara o negativa. Si no practicamos ninguno, lo podemos decir sin problemas.
143 ¿Qué hace en su tiempo libre?
La música, el cine, la literatura o la familia son algunos de los tópicos más comunes, aunque debemos intentar relacionar alguna de nuestras aficiones con nuestro empleo.
144 Descríbame a su mejor amigo, padre, madre, pareja…
Otra pregunta con la que el reclutador busca pillarnos por sorpresa para evaluar nuestra capacidad de reacción ante este tipo de situaciones. No se trata de una pregunta decisiva, sino que se valorarán las capacidades de resumir, el modo de comunicar en situaciones inesperadas o qué valores destacamos en la descripción que hagamos.
Nuestras preguntas
145 ¿Tiene alguna pregunta?
Lo peor que podemos hacer ante esta pregunta es quedarnos callados ante una pregunta que, seguramente, cerrará la entrevista. Es importante acudir con alguna pregunta preparada -ahora veremos ejemplos- o destacar algún punto que no haya quedado claro durante la charla. Si hacemos preguntas, el reclutador verá que mostramos interés por el puesto y la empresa, y antes de despedirnos podemos preguntar sobre el plazo para que acabe el proceso de selección o pedirle una tarjeta de visita.
146 ¿Tienen alguna duda sobre mis cualificaciones?
Con esta pregunta no solo demostraremos seguridad y confianza en nosotros mismos, en nuestras habilidades y cualidades, sino que servirá de pretexto para que el reclutador vuelva a repasar los datos que hemos indicado en el currículum. Puede ser una oportunidad magnífica para destacar nuestros puntos fuertes o experiencia antes de despedirnos.
147 ¿Ofrecen algún tipo de formación profesional o continua?
Si hacemos esta pregunta, daremos la impresión que nuestras ganas de seguir aprendiendo no se han acabado, y que estamos dispuestos a seguir formándonos para aportar nuevas cosas a la compañía. Los expertos señalan que preguntar sobre la formación es una de las mejores formas de posicionarse bien para lograr el empleo durante la entrevista.
148 ¿Quién fue mi antecesor en el puesto?
Puede parecernos una tontería, pero no lo es. Si conocemos la identidad de nuestro antecesor sabremos por qué ha quedado libre esa vacante y las expectativas que hay puestas sobre el nuevo empleado. Depende de si el último que ha ocupado el cargo se ha jubilado, ha sido despedido, ha renunciado al empleo o si ha sido ascendido. También nos permitirá saber el ambiente de la oficina, la edad de los compañeros o las posibilidades de lograr un ascenso a corto, medio o largo plazo.
149 ¿Qué planes de futuro tiene la empresa?
Aunque al principio nos hayan preguntado sobre si conocíamos la empresa, los planes de futuro no suelen ser públicos. Si sabíamos algo y nos hemos preparado bien la entrevista, podremos destacar de nuevo como encajaríamos en esos planes, demostrando nuestro interés por el empleo. Además, nos permitirá hacernos una idea del camino que seguirá la empresa.
150 ¿Cuál es el siguiente paso del proceso de selección?
“Estás contratado” es la respuesta ideal a la pregunta con la que deberíamos cerrar nuestro turno de preguntas, aunque difícilmente será esa. Por una parte, nos permitirá saber si hay nuevas entrevistas o si debemos superar alguna prueba y a cuántos candidatos nos enfrentamos en el proceso; y por la otra demostraremos confianza en nuestras posibilidades y en encajar en el perfil que busca la empresa. También podemos preguntar si nos avisarán de algún modo (carta, teléfono, correo electrónico) sobre la siguiente fase del proceso.