martes, 26 de julio de 2016

¿Cómo tienes que superar la necesidad de aprobación de los demás?, peligros y estrategias

Desengáñate. Por mucho que te esfuerces nunca vas a gustar a todo el mundo. Gustar a los demás, gustar a todos es de por sí una batalla perdida. Si es así, entonces, ¿por qué constantemente se busca la aprobación de los demás?

Tienes que convencerte
de que para ser feliz no necesitas de la aprobación de los demás, sino que te basta con la tuya propia. Nos serviremos del archiconocido libro titulado Tus zonas erróneas de Wayne W. Dyer. ¿Preparado para no gustar a todos?.


¿Por qué la gente necesita la aprobación de los demás? La búsqueda de la aprobación de los demás produce una enorme insatisfacción en las personas. Y produce insatisfacción porque el deseo se transforma en una necesidad. Y el problema se agrava cuando tu felicidad no depende de ti mismo, sino del visto bueno de los que te rodean.
Antecedentes de la necesidad de aprobación. La sociedad actual ha reforzado un mensaje que diariamente intenta calar en ti y es el siguiente: No confíes en ti mismo; busca la aprobación
primero a través de otra persona Aquí se puede cambiar la palabra persona por producto o servicio. A la sociedad de consumo le funciona extraordinariamente bien que la gente se sienta insegura porque, cuanto te sientes inseguro, al instante se crea una necesidad y esta necesidad es aprovechada por las marcas para venderte productos o servicios. Pero la culpa no es exclusivamente de las marcas o medios de comunicación. La culpa viene de mucho más atrás, concretamente de tu niñez.
 


1. Niñez 

Desde la niñez ya se te inculca la necesidad de la aprobación de tus padres. 

Fíjate si no en esta conversación entre madre e hijo:¿Qué me pongo hoy, mamá? 
– Puedes ponerte lo que más te apetezca. 

– ¿Te gusta esto, entonces? 

– No esto no, que no combina bien. 

Si te has fijado en este breve diálogo, habrás comprobado la contradicción implícita que trae y la frustración e inseguridad que genera en el niño. Esto hace que paulatinamente el niño vaya pidiendo autorización para todo y, cuanto más necesite la aprobación de los padres, menos autónomo será para tomar decisiones. 

Es el problema que algunos padres tienen de ver a sus hijos algo así como una propiedad privada. A partir de ahí la aprobación deja de convertirse en una opción y pasa a ser un hábito. Porque el mensaje que los padres transmiten a sus hijos es el siguiente: No te fíes de ti mismo para resolver tus dificultades; 
papá y mamá lo harán por ti. 


2. Escuela

La escuela es otro espacio propicio para fomentar la necesidad de la aprobación de los demás. De hecho, la escuela está en muchos aspectos diseñada para este fin. En la escuela le enseñan a uno a cumplir las normas y a ser obedientes.  

Si tienes alguna duda, en lugar de tus padres, tiene a tu maestro para resolverlas y darte así la aprobación. Esto hace que la escuela crea alumnos inseguros y dependientes y se observa con preocupación a aquellos alumnos que muestran seguridad en sí mismos y que en ocasiones e injustamente son tratados como problemáticos o alborotadores. 

Pero, ¿por qué es así? Tal vez sea porque la escuela consciente o inconscientemente inculca a sus estudiantes que el éxito escolar radica en la búsqueda de la aprobación.

Fíjate como muchos de los alumnos en el fondo lo que buscan en todo momento es la aprobación, es decir, se comportan como quieres que se comporten, aprenden cuáles son tus gustos, tus manías, tus normas y lo hacen con cada uno de los docentes que tienen a lo largo de un curso académico. Y así curso tras curso. Y durante su etapa escolar el alumno tiene cada vez más miedo de pensar por sí mismo, a la vez que necesita con más frecuencia de la aprobación de sus profesores. 

Fíjate en estas preguntas: 
¿Esto entra para el examen? 
¿Esto cuenta para nota?
¿Cómo será el examen?
¿Es suficiente con una página por delante?
¿Podemos escribir a lápiz?
¿Descuentas puntos por faltas?
¿Cuántas páginas debe tener el libro de lectura de esta evaluación?

3. Instituciones.

Iglesia. 

La Iglesia y, por ende, la religión se ha centrado también en el concepto de necesidad de aprobación. De hecho, la moral de la persona no es la moral que él ha elegido, sino la que le ha venido dada por un Dios que quiere se se comporte en base a sus preceptos. 

Un claro ejemplo serían los diez mandamientos. 

Estado. 

El Estado es otro ejemplo magnífico de búsqueda de aprobación al igual que los es un padre o una madre o un docente. El Estado trata de convencerte de que tampoco debes confiar en ti mismo. El Estado insiste en que él que se ocupará de ti, el que decidirá por ti.
Con estos tres ejemplos centrados en la niñez, la escuela y las instituciones te habrás dado cuenta de que vives inmerso, de que tus alumnos viven inmersos en una cultura que valoriza y fomenta la necesidad de aprobación. 

Esta cultura quiere que desde niño des muchísima importancia a la opinión de los demás. Así te han educado desde tu más tierna infancia. Ante esto hay una pregunta obligada y es la siguiente: 
¿Se puede aprender a no depender de la aprobación de los demás? 

La respuesta es un sí, un sí rotundo. Cómo superar la necesidad de aprobación de los demás. Para superar esta necesidad de aprobación que tienes hacia los demás hay un aspecto que es clave y es que puedes cambiar la percepción que hasta ahora has tenido. Si te encuentras con alguien que no esté de acuerdo contigo, puedes decidir centrarte en esa persona o en todas aquellas que tienen tu mismo punto de vista. 

Por tanto, hay que aceptar la crítica, pero lo que no debes hacer es transformar esa crítica en una ofensa. Ahí es donde tú tendrás siempre la batalla perdida. Fíjate ahora en estos ejemplos que demuestran la necesidad de aprobación que muchas personas demandan: Cambiar inmediatamente de postura ante una crítica u observación. Suavizar una opinión para evitar una crítica. Sentirte humillado u ofendido cuando alguien no está de acuerdo contigo en algo. 

Sentirte intimidado por un vendedor agresivo y acabar por comprarle algo que realmente ni querías ni necesitabas. Pedir perdón constantemente. Pedir permiso para todo. Solicitar un halago de manera indirecta. Sentirte triste porque tu pareja no tiene la misma opinión que tú en algo.
¿Qué peligros tiene la necesidad de aprobación de los demás? 

Provocas que la responsabilidad de tus sentimientos no dependa de ti, sino de los demás. No te permite avanzar porque los cambios vienen determinados por las opiniones de los demás, no por las tuyas. Dejas de correr ningún riesgo porque esperas que los cambios vengan de los demás. Te vuelves autocompasivo. Te convences de ser una persona dependiente y necesitas que los demás se ocupen de ti y piensen por ti. Fomentas la simpatía hacia los otros en lugar de la empatía. 

11 Estrategias para superar la necesidad de aprobación de los demás:

1. Cuando alguien esté en desacuerdo contigo,empieza tu respuesta con la palabra TÚ en lugar de yo. Por ejemplo:Tú no estás de acuerdo conmigo y no te gusta lo que te he dicho. 

2.Sé asertivo. ¿Qué significa esto? Si piensas que alguien te está manipulando, simplemente díselo asertivamente, es decir, di lo que piensas pero sin cambiar tu opinión y sin enfadarte. Por tanto, no discutas, repite tu afirmación. 

3.Agradece la crítica en lugar de tomártela como una ofensa. Lo bueno del agradecimiento es que corta por lo sano la necesidad de aprobación. Opta por buscar la desaprobación en lugar de evitarla. ¿Qué significa esto? Puedes buscar la desaprobación en alguien de tu confianza y entrenarte para que no te moleste. Esto te permitirá generar estrategias para otras ocasiones. 

4. Responde ante una desaprobación muy rotunda con un DE ACUERDO. Hay veces que sabes perfectamente que la opinión de la otra perdona es tan alejada de la tuya que nunca podrá haber un intercambio de opiniones fructífero. Acéptalo y sigue adelante. 

5.Habla contigo mismo cuando recibas una crítica en lugar de hablar con otros. 

6. Si alguien está en desacuerdo contigo, pregúntate:¿Cambiarían mucho las cosas si estuvieran a favor?, supongo que ya sabes la respuesta.
7. Acepta que hay gente que no está de acuerdo contigo porque simplemente no te entiende. 

8. Cuando debas tomar una decisión como la de comprar una camisa o uno pantalones, por ejemplo, antes de pedir consejo a los demás, confía en tu bien gusto y en tu buen hacer. Decide tú primero. Consulta después. La prenda la llevarás tú, no la persona a la que le pides consejo. 

9.Evita las frases denominadas de apoyo tales como ¿No es así? ¿No es cierto? 

10.Evita las excusas. ¿Por qué? Pues porque las excusas son una forma más de necesidad de aprobación. Observa cómo las personas que constantemente piden perdón son, por lo general, personas muy inseguras. Además, pedir perdón por algo no deja de ser una pérdida de tiempo. 

11.Toma nota de cuántas frases afirmativas pronuncias y cuántas en forma de interrogación 

Por ejemplo:¡Qué buen día hace hoy!, ¿no? Esta frase genera un doble problema porque pone a la otra persona en posición de resolver un problema por ti y a ti te provoca nuevamente una búsqueda de afirmación.
Fuente: Santiago (Justificaturespuesta)
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