Adjuntar un "selfie" como fotografía, utilizar direcciones de email poco adecuadas o tener problemas de reputación online son tres errores habituales que pueden hacer que un reclutador te descarte.
Sin embargo, si el número de
candidatos supera la cantidad humanamente posible para entrevistar, cabe hacer una criba muy detallada en base al tiempo que se tiene para realizar la selección.
¿En qué se fijan los reclutadores?
Es aquí cuando los detalles marcan la diferencia, y cómo la marcan... Ante candidatos que aparentemente cumplen con los requisitos, se fijan en muchas cosas para elegir a quién llamar:
desde la corrección y coherencia del CV, hasta la adecuación de la
fotografía o la carta de presentación que haya podido adjuntar...
1. Emails poco profesionales
Incluye una dirección de email profesional es un
detalle importante, pues a veces aparecen CVs muy bien presentados que
quedan ensombrecidos por direcciones de email de carácter festivo o
incluso sexual. ¿Es eso motivo de exclusión? Pues directamente no, pero
¿para qué arriesgarse, con lo fácil que es crearse una cuenta de correo
electrónico con nombre y apellido? No se presenta a un cliente, un CV con una dirección de email de este tipo o
fotografías, poses extrañas o en contextos poco apropiados, como
tantos ejemplos.
2. "Selfies" como foto de perfil
Evita el “selfie”, una moda que empieza a llegar hasta a los CV. ¡Cuesta tan poco pedirle a alguien que te saque una fotografía neutra, profesional y siempre con una sonrisa por favor! No hay nada más agradable que ver que un CV te lanza una sonrisa al abrirlo.
3. CVs sin adjuntos o datos incorrectos
Cuida los detalles; no olvidar adjuntar el archivo con el CV, si el seleccionador te lo pide y comprobar que los datos de contacto son correctos antes de mandar el CV
Un detalle así no excluye a un candidato, pero con la presión del tiempo que hay y la necesidad de
cerrar un proceso rápidamente, si no adjuntan el archivo, se recibe en
un formato desconocido o no se puede comunicar con un candidato porque
ha indicado mal sus datos de contacto, es posible que el seleccionador
no tenga mucho tiempo y, para ser práctico, contacte con otros
candidatos.
4. Experiencias demasiado cortas o CVs inestables
Un CV estable es mejor que uno que haya tenido muchísimas experiencias cortas.
Llega un momento en que una persona por lo menos debería
haber permanecido cinco años en un puesto. Cambiar de trabajo
es importante, denota ganas de superación, capacidad de adaptación y
flexibilidad, pero siempre en su justa medida. Para personas que hayan cambiado mucho de trabajo, se recomienda eliminar de su CV las primeras experiencias profesionales,
que seguramente son las menos relevantes y pueden transmitir una
sensación de mayor inestabilidad ante los ojos del seleccionador.
Si bien el hecho de haber permanecido muchísimos años en una misma
empresa puede interpretarse como señal de lealtad, en cambio, hay quien
lo considera como ejemplo de conservadurismo y apalancamiento.
Uno puede trabajar diez años en una
empresa y tener la experiencia de un sólo año multiplicada por diez, si
repetidamente siempre ha hecho lo mismo.
Lo que aporta verdadero valor es un candidato que ha trabajado varios años en una empresa, pero ha evolucionado,
se ha formado y ha ido adquiriendo mayores responsabilidades con el
tiempo. Merece la pena indicar algo así en un CV, los
seleccionadores lo tienen muy en cuenta.
5. Reputación online del candidato
Hay muchos más factores que hacen decantar por un candidato u otro en el momento de incluirlo en la selección. Esto no es una lista cerrada...
Recuerda: cuida los detalles, esos que te diferenciarán del resto y, por último, no dejes nunca de vigilar tu reputación online, pues no es una leyenda urbana que los seleccionadores buscan tu nombre en Google para saber de ti.