Que las diferencias no nos separen: ser emocionalmente inteligente significa ser sensible a la tolerancia, al respeto y al bien común por y para el bienestar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor somete a la víctima, a menudo gracias al silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros. Hay muchos jóvenes que no “agreden a otros” pero en la mayoría de casos, esas agresiones se producen sin que el resto de compañeros se posicione del lado de la víctima.